En la vida lo importante no es el tiempo que uno pasa en los sitios, sino la huella que deja. Pero aún existe algo más reconfortante: que la gente te lo reconozca. Nadie, siendo futbolista del Barça, no hubiera firmado irse como lo hicieron Sergio Busquets y Jordi Alba. Su adiós estuvo casi a la altura de la que recientemente tuvieron mitos irrepetibles como Puyol, Xavi o Andrés Iniesta. Y eso, conociendo detalles de la tensión que ha rodeado sus casos en los últimos tiempos, ya es mucho. Si encima, se van al unísono con el viejo Camp Nou, ya no hay epílogo que lo supere.

Alba, lágrimas de pasión azulgrana (leer noticia)