La magia de Darder y la brega infatigable de Martin Braithwaite no sirvieron al Espanyol, conformista con el mal menor tras el empate del danés (1-1). Los blanquiazules no mostraron colmillo, calados hasta los huesos con el miedo al descenso, y vuelven a la incertidumbre de la clasificación. La doble roja a Pierre-Gabriel y Abde afectó de forma determinante, agotados físicamente los futbolistas en el segundo tiempo.

Braithwaite, con la pólvora de Joselu (leer noticia)