La nostalgia tiene un poder asombroso. Por muy tramposa que sea, pocas cosas tan eficaces para despertar sentimientos como un pasado luminoso compartido. En esa tesitura anda el barcelonismo, aferrado como está a Xavi, un técnico que es mucho más que eso: una idea, un imaginario colectivo, una promesa de un futuro mejor.

Buenas intenciones y mucho espíritu en la primera victoria del Barça de Xavi (leer noticia)