Es indiscutible que sin público en las gradas, el fútbol ya no es lo que era. Ese factor diferencial de jugar en casa o fuera se ha minimizado, a la espera de recuperar la normalidad más pronto que tarde. Hay equipos que se adaptan mejor que otros a esta situación transitoria. Parecía que al Girona le sentaba bien jugar en Montilivi, pero el paso a la nueva temporada ha cambiado el guión.

Montilivi, territorio enemigo para el Girona (leer noticia)