Tiempo añadido ya en el Bernabéu. El Barça, que iba perdiendo 2-1, había logrado empatar el encuentro a dos. Pasaban ya dos minutos de los 90 cuando Sergi Roberto cogió el balón en su propio campo; se fue como una moto hacia la portería rival, se la dio a Jordi Alba y este, en una jugada ya clásica entre los dos, se la pasó a Messi para que, con un disparo raso, batiese a Keylor Navas. Era el 2-3.

Hoy hace un año, Leo Messi hizo enmudecer el Santiago Bernabéu (leer noticia)