Milán se levantó este miércoles presa de la resaca. Euforia en la mitad ‘nerazzurra’, tristeza en la vertiente ’rossonera’. Contra todo pronóstico, como ya sucedió en 2010 bajo las órdenes de José Mourinho cuando pisaron su última final de la Champions y superaron al Bayern en la final, el Inter se clasificó para el último partido de la máxima competición continental.

Sonrisas y lágrimas en Milán (leer noticia)