Jordi Alba terminó exhausto, como no podía ser de otra forma, el clásico del Santiago Bernabéu, pero sobre todo afectado por la derrota. El lateral puso todo de su parte para jugar un partido que, esperaba, decantara la Liga para el Barça. El de L'Hospitalet desafió incluso a la lógica y regresó dos semanas después de la lesión muscular sufrida ante el Getafe en el Camp Nou, cuando el tiempo de recuperación previsto -que no oficial- era un mínimo de tres semanas.

Jordi Alba: semana 'entre algodones' tras sacrificarse en el Bernabéu (leer noticia)