Este Real Madrid de Carlo Ancelotti ha demostrado ser un equipo de rachas. Cuando entra en modo zen es un bloque compacto e infranqueable con un poderío mental que derriba montañas, pero cuando las ideas se desordenan enhebra bajones que acaban en pequeñas crisis que hacen temblar a sus seguidores. El italiano debería estar con las orejas tiesas tras ceder el empate ante Osasuna en una tarde de colapso ofensivo que trae a la memoria lo sucedido la temporada pasada.

El Real Madrid buscará resetearse para asegurar la clasificación (leer noticia)