Zinedine Zidane, entrenador del Real Madrid, prepara a conciencia la vuelta de Mánchester para intentar remontar el 1-2 adverso cosechado en el Bernabéu el 26 de febrero, en el partido de ida de los cuartos de final de la Champions League. Es una misión imposible ante el poderío de un rival que ha vuelto con fuerza tras el parón provocado por el COVID-19 y que tiene el factor campo a su favor, pese a que el partido se jugará a puerta cerrada. Los madridistas son conscientes de que la empresa es un más difícil todavía ante una serie de adversidades que intentará compensar con el cambio de dinámica que los llevó a ganar la Liga.

Remontar en Mánchester, una misión imposible (leer noticia)