Tres puntos. Eso es lo que necesita esta noche el Real Madrid ante el Villarreal para cerrar la Liga. Otra final, la décima, para los de Zidane, que lo han ganado todo desde el desconfinamiento. Un mes largo en el que han hecho un ejercicio de fe y voluntad para destacar del resto. No han necesitado hacer un fútbol prodigioso ni vistoso, les ha bastado centrar el trabajo en el juego de equipo, en la unión sin ahorrar una gota de sudor para blindar su portería y rentabilizar los goles. Enfrente tendrá al Villarreal, otro de los destacados tras el regreso, que se ha hecho un hueco a golpe de juego y goles para volver a Europa.

El alirón, a tiro de una victoria (leer noticia)