Hace unas semanas, la vinculación de Mauricio Pochettino con el Manchester United generó mucha sorpresa. El argentino, que comanda el banquillo del Paris Saint Germain, podía abandonar un proyecto tan ambicioso como el parisino para asumir las riendas de un United dubitativo y sin rumbo claro desde hace unos años. No se podía entender el hecho de bajarse de un barco reforzado el pasado verano con nombres tan interesantes como los de Leo Messi, Sergio Ramos o un Achraf Hakimi que se sumaban a los Kylian Mbappé, Neymar o Marquinhos con un claro objetivo: llevar por primera vez la Copa de Europa a la capital francesa.

Desvelan en Francia los 'trapos sucios' del vestuario del PSG (leer noticia)