Hubo algo en el Manchester City que degradó al Chelsea de Sarri con un implacable 6-0 del primer Barça de Guardiola. Aquel que en la temporada 2008-2009 goleaba a los rivales antes de que estos se dieran cuenta que jugaban en el Camp Nou. Aquel que, por tan superior, dejaba las segundas partes en un mero trámite para el espectador.

El primer Barça de Pep, el último City de Guardiola (leer noticia)