Este campeón se erige firme ante su renovado reto y no admite sobresaltos, por mucho que la historia reciente de este torneo dicte que ganar un Mundial lleva implícito naufragar en el siguiente: los cuatro últimos ganadores salidos de Europa habían sido incapaces de ganar su primer duelo de la siguiente Copa del Mundo. Pero Francia se negó este martes a cargar con la maldición del vigente ganador y debutó en Qatar con un gran aplomo, superando las dificultades iniciales que le planteó Australia para después darse un festín a lomos de dos tipos dispares y hermanos a su vez, Olivier Giroud y Kylian Mbappé.

Francia inicia la defensa de su corona a lomos de Giroud y Mbappé (leer noticia)