Madrid, 23 ene (EFE).- Isidre Esteve acaba de concluir un Dakar especial. El vigésimo. No ha sido fácil por una fuerte gripe y unos problemas mecánicos que marcaron la primera semana de competición. Aún así el balance es positivo y las ganas por seguir participando siguen intactas. Su discapacidad "no existe" en el Dakar y esa es la "magia" de un deporte que le tiene enganchado y sobre el que gira su vida. Esteve (Oliana, Lérida; 1972) puede presumir de haber participado veinte veces en el Dakar, diez en motos y diez en coches. En 2007, durante una prueba del Campeonato de España de rallies en la Baja Almanzora (Almería), su moto chocó contra una piedra y el accidente provocó que se rompiera dos vértebras y se quedara en silla de ruedas. Pese a su discapacidad, el motor es su vida y los retos un aliciente. En el último Dakar, como parte del Repsol Toyota Rally Team, concluyó en la posición en la posición 32 de la categoría absoluta y en la 22 de la Ultimate.