Siempre hay una primera vez para todo. Y hoy le tocó el turno a Simeone, que desde que se hiciera cargo del banquillo del Atlético contaba sus encuentros ante el Valladolid por victorias (seis de seis) y vio cortada su racha triunfal en Pucela en esta ocasión. Y gracias, porque la historia pudo tener un final peor para los rojiblancos si Sandro no hubiera fallado un penalti en la recta final del primer periodo.

El Atlético se desinfla en Pucela (leer noticia)