Pep Guardiola es un completo enamorado del fútbol de Rodrigo Hernández Cascante, más y mejor conocido como Rodri. 'Rodridependencia', dirán algunos. Sorprendentemente, ni Leo Messi fue tan imprescindible como lo es el madrileño para él. No en vano le tocó vivir en sus carnes su peor crisis como entrenador desde que cogiera las riendas del mejor Barça de la historia en 2008. Desde que el '16' se rompió el ligamento cruzado anterior de su pierna derecha, el Manchester City entró en una especie de 'burbuja' y todo eran malas noticias: resultados negativos, juego plano y previsible, más lesiones, futbolistas 'apagados'... Ocho partidos sin conocer la victoria - siete derrotas y un empate -, una racha que se rompió el pasado 4 de diciembre ante el Nottingham Forest (3-0).
El candidato 'secreto' de Guardiola para sustituir a Rodri (leer noticia)