Es el pequeño Murtaza, de nuevo con su camiseta de plástico de Leo Messi pero esta vez lejos de su casa. Cuando su foto se hizo viral sus padres no se podían imaginar las consecuencias de ello. Pero ya no juega al fútbol en su barrio de siempre sino en las calles de Pakistán. Sus padres lo han tenido que enviar a casa de su tío. Temen que siga viviendo en Afganistán, donde las desapariciones y secuestros son más comunes. "Hay muchas bandas que pueden secuestrarle y pedir un rescate. Su padre no tiene mucho dinero", dicen. Creen que al haberse hecho su historia tan conocida es muy posible que rapten a su hijo y pidan un rescate. Y a pesar de esta cruda realidad continúan insistiendo en que el pequeño de 5 años cumpla su sueño.