"Ahora ya me siento en la misma mesa que Messi y Cristiano Ronaldo". Antoine Griezmann tuvo un ataque de ego el pasado mes de septiembre. El arrebato estaba justificado. En apenas unos meses había rechazado al Barça, ganado un Mundial y su cuenta corriente pasaba a estar a la altura de los mejores.

Griezmann, cara a cara ante su decisión (leer noticia)