Rabia y decepción. Frustración. Derrota. Dolor. Con el pitido final de la colegiada Lina Lehtovaara se desataron todos esos sentimientos en las futbolistas del Barça, agotadas físicamente y golpeadas mentalmente ante un Lyon que volvió a ser su bestia negra. Sabían que estaban mejor preparadas que hace tres años, pero también que cometieron errores impropios en el Barça y que no pudieron ser el equipo que había maravillado los últimos dos años.

El mensaje del vestuario del Barça: “Volveremos” (leer noticia)