La final de la Champions será un choque de estilos. Nada que no sepamos. Por un lado, el fútbol atractivo y de posesión de las futbolistas entrenadas por Lluís Cortés, que representa mejor que ningún otro equipo de la entidad el tan reconocible ‘ADN culé’. Por el otro, el fútbol pragmático y directo del Chelsea, ese equipo competitivo que ha sabido sobrevivir a infinidad de obstáculos y adversidades para llegar a su primera gran final europea.

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