El nuevo coronavirus recibe el nombre SARS-CoV-2, y no deja de ser una nueva cepa de una familia de virus amplia que ya ha sido protagonista de varias epidemias a lo largo de la historia: en 2003 surgía el SARS-CoV (acrónimo de Severe Acute Respiratory Syndrome-Coronavirus) provocando sobre todo en el sudeste asiático la muerte de 916 personas y la infección de más de 8.400. Desde entonces, se han realizado múltiples estudios sobre el SARS-CoV que han permitido estudiar su comportamiento, que podría ser muy parecido al del nuevo coronavirus que actualmente pone en jaque la sanidad mundial.

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