Surrealista episodio el que han presenciado los familiares y amigos más cercanos de Shay Bradley durante el día de su funeral. El pasado 8 de octubre, la vida del irlandés llegó a su fin marcada por una larga enfermedad que, finalmente, no logró superar. Sin embargo, la figura paternal deseaba que sus allegados lo recordaran por su sentido del humor y, sobre todo, evitar la tristeza de los presentes.

El último legado de un difunto: hacer reír a sus allegados el día de su funeral (leer noticia)