Cuando con veinte años Juan Manuel Asensi cogió las maletas y abandonó su Alicante natal para iniciar su aventura en el FC Barcelona, su padre, Vicente Asensi, le lanzó una advertencia. “Si vas a ir a Barcelona a hacer el ridículo, mejor te quedas en casa”. No solo no lo hizo, sino que se convirtió en uno de los mejores jugadores del Barça de la década de los setenta.

Asensi: No le falló a su padre (leer noticia)