A los aficionados ultras hay que plantarles cara. Y qué mejor que mandarlos callar en su propia casa. Si en los últimos partidos las hinchadas italianas de Hellas y Roma han proferido insultos de carácter racista a Koulibaly y Balloteli, Olivier Ntcham devolvió la bofetada a los intransigentes que se creeen superiores por su color de piel.

Ntcham silencia a los ultras racistas de la Lazio imitando la muerte de Mussolini (leer noticia)