Un punto y gracias es lo que se llevó el Inter en su estreno europeo ante el Borussia Mönchengladbach. Un gol en el tiempo añadido de Romelu Lukaku, que también abrió la lata, permitió a los 'nerazzurri' igualar la remontada alemana. Una resurrección facilitada por los descuidos de Arturo Vidal, que cometió el penalti del 1-1 y se dejó ganar la espalda en el 1-2.

Lukaku enmienda los errores de Vidal para salvar un punto (leer noticia)