Durante muchos minutos se temió lo peor la Juventus. Pero los grandes, siempre son los grandes. Nunca hay que darles por muertos. Y en dos arrebatos de talento Paulo Dybala obró el milagro. El argentino frenó al Lokomotiv y volteó el 0-1 de Miranchuk. Los octavos de final, más cerca del Piamonte.

Dybala rubrica una remontada exprés (leer noticia)