Sergio Ramos fue entrevistado ayer a pie de campo tras el encuentro ante el Ajax y aseguró haber forzado la tarjeta amarilla en los minutos finales de juego con tal de perderse el partido de vuelta debido a acumulación de las mismas. La UEFA prohibe que cualquier jugador fuerce una tarjeta con tal de poder escoger en que partido quiere recibir la sanción aparejada. Ramos fue muy claro, "te mentiría si te dijera que no he forzado la tarjeta. Es algo que tenía presente, no es subestirmar al rival ni pensar que ya está resuelta la eliminatoria pero lo he decidido asi, era elminuto 88 y así podré descansar en la vuelta aunque estaré en el campo para animar al equipo".

Ramos vuelve a utilizar a Twitter para arreglar sus 'liadas' (leer noticia)