Nunca es fácil decidir un once inicial. Y menos si entrenas al FC Barcelona y tienes una plantilla como la que dirige esta temporada Ernesto Valverde. Cada fin de semana se convierte en un pequeño “dolor” de cabeza. Solo puedes alinear a once a pesar de que en tu vestuario tengas potencial como para presentar, en cada partido, dos equipos competitivos. Es, quizás, la parte menos agradable del trabajo para un técnico de un 'grande'.

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