El conflicto entre la junta directiva que preside Joan Laporta y la Grada d'animació está enquistado. Las relaciones entre las partes son inexistentes y desde la entidad blaugrana no tienen ninguna intención de dar su brazo a torcer. Tampoco los cuatro grupos que forman este colectivo van a pagar los 21.000 euros que les pide el Barça correspondientes a las sanciones ya satisfechas por cánticos ofensivos o comportamientos inadecuados durante la pasada temporada.

El club prohibió a los jugadores del Barça saludar a su afición en Getafe (leer noticia)