Andreas Christensen tuvo que parar de una vez por todas en agosto para poner remedio a las molestias en el tendón de aquiles de la pierna izquierda. El futbolista hizo el esfuerzo de jugar la temporada pasada con dolor, pero resistió por el bien del equipo al encontrarse sin un medio centro puro y ayudar en la nueva posición que le encontró Xavi Hernández.

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