Moussa Wagué se ha convertido oficialmente, con su traspaso al HNK Gorica, en la enésima apuesta fallida del Barça para el lateral derecho. Los caminos del club blaugrana y el futbolista senegalés se han separado definitivamente después de cuatro años tremendamente marcados por una grave lesión de rodilla que frustró el “sueño” del jugador de Bignona. No ha podido ser. La cara más amarga del fútbol se ha cebado con un defensa que, a sus 23 años, deberá continuar su camino de redención en Croacia y en una competición alejada de la élite y los focos mediáticos.

El sueño convertido en calvario de Wagué (leer noticia)