No fue una tarde nada fácil para nadie en el Camp Nou. El ambiente frío, la enorme trascendencia del partido, el segundo gol que no llegaba, las dudas, el Dinamo que hacía daño en la recta final con las contras. Y un Ronald Koeman que se desesperaba en el área técnica.

Los dos rapapolvos de Koeman (leer noticia)