Seguro, segurísimo que Ronald Koeman se imaginaba curvas y momentos de tensión cuando aceptó embarcarse en esta aventura al frente de uno de los clubes de mayor dimensión del mundo. Una entidad tan plural como complicada. El propio neerlandés ya estuvo un buen puñado de temporadas experimentando lo que es vivir el Barça desde las carnes de un jugador y era consciente de que hacerlo desde el banco, desde detrás de la barrera, entrañaba aún más responsabilidad y complejidad. Incluso ahora mismo, después de tres goleadas seguidas y sin el equipo haber encajado un solo gol en los mencionados partidos, debe sofocar algunos incendios que van surgiendo desde distintos ámbitos. Más que apagarlos, aprender a lidiar con ellos.

"Me preocupa que tengamos pronto público, el fútbol es para ellos" (leer noticia)