Pedri González apenas ha tenido respiro desde que llegó a Barcelona. Una irrupción meteórica y la confianza de su entrenador desde el primer momento. El tinerfeño lo había jugado todo hasta la cita de Budapest, de Champions pero la más intrascendente en lo que llevamos de temporada, con el Barça ya clasificado para los octavos de final de antemano y a sabiendas que el primer puesto se lo tendrá que jugar en la última jornada frente a la Juventus en el Camp Nou.

Pedri se quedó en blanco por primera vez (leer noticia)