Necesitaba el Barça algo así: un partido completo, en un escenario de primer nivel y ante un equipo que aspira a estar entre los mejores de la Champions. El último viaje europeo del Barça fue tan amargo –el 2-8 aún pesa- que conquistar Turín era una obligación. Había que enviar un mensaje a Europa y el Barça lo hizo: es un equipo dispuesto a competir contra los mejores. Lo demostró contra la Juventus.

Un mensaje a Europa (leer noticia)