Alo largo de las competiciones europeas, que arrancaron en 1955, el Barça ya experimentó esta situación en abril de 1994, también en la Champions, contra el Oporto. Igualmente, se había jugado seguir en vida en otras ocho ocasiones, cuando las eliminatorias no se resolvían por el valor doble de los goles en campo contrario sino por victorias. Eran los tiempos en que se celebraba un tercer partido, el de desempate. El balance es favorable al Barça: en las eliminatorias a un partido pasó la que jugó y, en los desempates, superó cinco y cayó en tres.

El Barça, a partido único en las competiciones europeas (leer noticia)