Tal vez llegue demasiado tarde para enderezar el curso de la Liga, pero la recuperación de la mejor versión de Antoine Griezmann en la recta final del campeonato es una de las pocas alegrías en clave azulgrana tras las tristes semanas post confinamiento. Y sobre todo, alimenta cierta esperanza de un cierto rearme deportivo y moral de cara a la Champions y ese Barça-Nápoles que se disputará en agosto.

Renacido Griezmann (leer noticia)