Ansu Fati se pasa más tiempo en el banquillo del primer equipo y en la grada del Estadi Johan Cruyff, siguiendo las evoluciones del filial, que donde realmente debería estar: sobre el césped. Su fulgurante irrupción le hizo ganarse muchos minutos esta temporada y la llegada de Quique Setién al banquillo se intuyó como su consolidación definitiva. Nada más lejos de la realidad. Aunque empezó jugando con el cántabro, su participación se ha reducido a minutos residuales y la llegada en el mercado invernal de Martin Braithwaite, que además está sabiendo aprovechar su oportunidad, tampoco ayuda en nada.

Ansu Fati: ni primer equipo, ni Barça B (leer noticia)