Se agota el tiempo y el Barça sigue sin encontrar un delantero en el mercado que permita aumentar las garantías de gol de cara al tramo decisivo de la temporada. Con Luis Suárez lesionado, la secretaría técnica culé se ha puesto manos a la obra en las últimas semanas. El teléfono de Éric Abidal viene echando humo, pues el galo ha recibido infinidad de ofrecimientos. Todos ellos, descartados. Rodrigo Moreno era el elegido pero las negociaciones con el Valencia se han enquistado, lo que pone al Barça en una disyuntiva: o descarta fichar o reabre alguna de las carpetas recientemente desestimadas. Más difícil parece, aunque no imposible, que Peter Lim rebaje sus pretensiones sobre la bocina.

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