Desde hace años el Barça se ha aferrado a los excesos de Messi para dominar la Liga. A su abuso de talento. A su derroche competitivo. Y a una longevidad histórica que ha alargado la hegemonía azulgrana y ha tapado las costuras del equipo muy a menudo.

Al Barça se le pone cara de derrota (leer noticia)