Thierry Henry llegó al Camp Nou el mes de junio de 2007. Rijkaard languidecía en el banquillo ante la deriva nocturna de Ronaldinho, cuya magia se apagaba al mismo ritmo que se encendían las luces de los locales nocturnos que frecuentaba. Al holandés le quedaba una temporada como técnico, la que necesitó el francés para adaptarse al Barça.

Griezmann, tras los pasos de Henry y Villa (leer noticia)