Ousmane Dembélé parece dispuesto a encauzar su comportamiento díscolo. El último acto de indisciplina del pasado domingo (llegó dos horas tarde al entrenamiento) hizo saltar todas las alarmas en el club. Pero las broncas (públicas y privadas) de sus compañeros y del entrenador y la multa (se habla ya de 200.000 euros) le han hecho recapacitar. Y mucho.

Así pidió perdón Dembélé a sus compañeros en el vestuario (leer noticia)