Carles Aleñá había "dado por quemada" su etapa en el Barça B cuando le dieron la posibilidad de arrancar su primer año en el primer equipo con dorsal del filial. Pese a las comprensibles dudas iniciales, y tras ser bien asesorado por su representante, Iván De la Peña, entendió que tener ficha del segundo equipo era la mejor opción cuando se recuperara de la lesión sufrida en el último partido de Liga en Segunda División la pasada temporada.

El compromiso de Aleñá tiene premio (leer noticia)