La lesión de Thomas Vermaelen y su baja de seis semanas, las dudas existentes sobre el regreso a los terrenos de juego de Samuel Umtiti por culpa de sus problemas en la rodilla, el irregular rendimiento mostrado desde el inicio de la temporada por un Gerard Piqué, más centrado en el tenis que en el fútbol, la poca experiencia de Clément Lenglet en el equipo, y la ausencia de un sustituto natural para Jordi Alba en el once ideal. Son cinco condicionantes que la secretaría técnica y el técnico del Barça analizan de forma constante y que le llevan a posicionarse a favor de fichar a algún defensa para afrontar la segunda parte de la temporada con mayores garantías. La tesis, sin embargo, contrasta con la postura de las altas esferas de la entidad, partidarias de recurrir a la cantera si los técnicos consideran que el equipo tiene algunas deficiencias.

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