A mí, Dennis me retroalimenta”, dice Iris mirando de reojo a su compañero mientras éste charla con el fotógrafo. Ella no había imaginado que “podría llegar algún día el dúo mixto. Pero ahí estamos y lo disfrutamos muchísimo”. Este último verbo se repetirá en varias respuestas.

Conscientes de los rivales a los que van a enfrentarse en este Mundial, uno y otra quieren “sacar lo mejor de nosotros mismos pero, sobre todo, disfrutar del camino”. Iris Tió y Dennis González ya saben lo que es colgarse una medalla. Y dos. Y tres. Pero les ‘pone’ lo que viene, sabedores de lo que supondría sumar otro metal a nivel universal. “Es bestial el nivel de Rusia y también los cambios del reglamento, pero son los jueces los que nos han puesto un 10. Aunque puedan hacerlo muy bien, no lo harán tan bien como nosotros”, sentencia el nadador con una sonrisa. Confianza plena en sí mismo y también en su compañera. “Somos muy diferentes pero hemos conectado super bien. Hay mucha complicidad y nos motivamos mutuamente”, asegura Dennis. Ella ríe recordando anécdotas del último entrenamiento y reconoce que “nos compenetramos a la perfección y eso se nota en el agua”.

La llegada de Andrea Fuentes lo revolucionó todo. “Nos escucha, nos enseña, nos explica todo… La forma rápida de corregir es reñir y a seguir. Ella da tiempo y explicaciones. Mucho mejor, la verdad”. A Dennis, la nueva seleccionadora le ha colocado en un lugar inesperado y extraordinario en la natación artística española. Porque ya es historia de la ‘sincro’ al ser el primer hombre en formar parte de una rutina del equipo nacional en una competición oficial e internacional. “Estoy feliz y agradecido. ¡Vamos a por todas! A sorprender, a competir y a gustar”. Iris lo tiene claro: “Las españolas tenemos un poderío del que otros equipos carecen. Lo sabemos y lo explotamos. Llegamos a Singapur creyéndonoslo porque podemos con todo”. Son la ‘rauxa’ en el agua y el ‘seny’ fuera de ella. Una verdadera locura, como el nombre de su maravillosa rutina libre.