Zidane

Biografia Personal

Por Dídac Peyret

Zizou, como se le conoce en el mundo del fútbol, es el paradigma del modelo Florentino. Un nombre de impacto mundial asociado al éxito, un producto global de carácter transversal, porque el francés es de esos futbolistas que generan más adhesiones que rechazo. No es extraño, pues que durante su etapa como futbolista fuera el jugador más representativo del Madrid galáctico, aquel que se resumió con el eslogan, “Zidanes y Pavones”.

El francés llegó al club blanco tras un traspaso histórico de 76 millones de euros con la espina de la Champions (perdió con la Juve, curiosamente ante el Madrid) y se la quitó en otra final: el 15 de mayo de 2002 con uno de los goles más recordados de su carrera ante el Leverkusen.

Como jugador destacó por ser un mediapunta imaginativo; un jugador tremendamente elegante con una visión panorámica del juego. Sus ruletas y tacones todavía se recuerdan y sus éxitos con la selección francesa, donde lo ganó todo, le dieron el espaldarazo definitivo para pasar a la historia.  

De Zidane también destaca un carácter imprevisible, mezcla de apariencia afable, rictus sosegado y arrebatos de mal genio. El cabezazo a Materazzi es un buen ejemplo de la sangre caliente del francés.

Como entrenador comenzó su andadura al lado de Ancelotti el curso 2013-14. Ahí saboreó la décima Liga de Campeones antes de probarse como entrenador del Castilla. El plan de Florentino estaba clara; foguearlo en el filial antes del gran salto. Los resultados fueron más bien discretos, pero el fracaso de Benítez cambió los plazos del presidente. Zidane cogió el mando a media temporada con un equipo que iba a la deriva y logró agitar al grupo con una premisa básica; hacerse el vestuario. Lo logró porque los jugadores lo sintieron como suyo y porque se entregó a los pesos pesados del equipo. Zidane terminó luchando por la Liga hasta la última jornada y alzando la undécima.