J. Mascherano

Biografia Personal

Por Tomàs Andreu

Dotes incuestionables de calidad, carácter, inteligencia y enorme polivalencia que le han permitido ganarse el cariño y admiración de sus compañeros y cuerpo técnico. La vida de Mascherano transcurre con absoluta normalidad hasta que a los 14 años irrumpe en ella Jorge Solari. Hasta ese momento, el rosarino alterna sus estudios con su etapa de formación futbolística en el Cerámica San Lorenzo y Barrio Vila. Sin embargo, su potencial no pasa inadvertido y rápidamente ingresa en la selecta Escuela de Fútbol Renato Cesarini. Es el primer gran espaldarazo antes de ser convocado por la selección juvenil de Argentina y trasladarse hasta la capital Buenos Aires para firmar por el conjunto juvenil de River Plate.

En solo unos meses se gana la admiración generalizada y protagoniza uno de los casos más rocambolescos al debutar siendo juvenil con la selección absoluta en un amistoso frente a Uruguay. Ni tan siquiera había disputado unos minutos en la Primera División. Su presencia en la máxima categoría se hizo esperar hasta el 3 de agosto de 2003 en un encuentro en el que River Plate derrotó a Nueva Chicago (2-1).

En apenas dos años, Mascherano acumula todo tipo de propuestas para dar el salto al fútbol europeo. Tras rechazar ofrecimientos del Ajax, Italia y España, el centrocampista sorprende en 2005 y acepta una propuesta del Corinthians brasileño. La experiencia es traumática y Javier vive uno de sus peores momentos en el fútbol profesional cuando una fractura en el escafoides de su pie izquierdo le obliga a alejarse de los terrenos de juego durante medio años. La inactividad también llega acompañada de fuertes discrepancias con el técnico Emerson Leao. Una relación que se hace insostenible y fuerza el traspaso de Mascherano, conjuntamente con su compatriota Tévez, solo un año después al West Ham inglés.

La adaptación al fútbol europeo, y más concretamente a la Premier, tampoco resulta nada fácil. El futbolista no justifica la fuerte inversión económica realizada y en el primer tramo de la temporada no pasar de ser un simple suplente de lujo. Un escenario decepcionante que una vez más le vuelve a abrir las puertas del mercado.

La consolidación de Mascherano llega definitivamente en el Liverpool. Tras superar varios conflictos administrativos -la FIFA negó inicialmene el transfer recordando que un futbolista no puede jugar en tres clubs diferentes en una misma temporada-, el Jefecito debuta en Anfield el 24 de febrero de 2007. El técnico, Rafa Benítez, lo ratifica como un titular indiscutible y la progresión del jugador es brutal. Durante su etapa en el fútbol inglés, el Liverpool de Mascherano alcanza su máximo esplendor al plantarse en la final de la Champions League de 2007, aunque acabó perdiendo frente al Milan (2-1). Las dificultades económicas del club inglés y el deseo del jugador por dar el salto a la Liga española se concretan durante el mes de agosto del 2010, momento preciso en el que se anuncia su fichaje por el FC Barcelona. Más de uno asegura que Pep Guardiola abrió las puertas al fichaje tras el baño que le propinó el Sevilla en la Supercopa.

Un traspaso de 24 millones de euros y el expreso deseo del futbolista, que a última hora se rebajó un millón de euros de su ficha para que el Barça incrementara su oferta y alcanzara un acuerdo con el Liverpool, inauguran su aventura en el fútbol español. Javier ha sido uno de los pilares en los éxitos del equipo de Pep Guardiola. Aterrizó como centrocampista de contención, pero su enorme inteligencia táctica le ha permitido afianzarse como central de emergencia. Un rol que ha ganado peso a medida que han avanzado las temporadas.

El 16 de julio del 2003 se produce el sorprendente debut de Mascherano con la absoluta de Argentina. Marcelo Bielsa era el director técnico de la albiceleste. Su presencia ha sido una constante con indiferencia de los numerosos entrenadores que han asumido el cargo de seleccionadores. Tras Bielsa, llegó Pekerman. Y luego, Diego Armando Maradona. Bajo su tutela, Mascherano asume las funciones de capitán en un vestuario de lo más ajetreado. Sergio Batista y Alejandro Sabella también han refrendado su plena confianza en un futbolista que es un referente dentro y fuera de los terrenos de juego para Argentina.