El Espanyol ya sabe lo que es jugar y ganar sin público

14 de febrero del 2007. Partido de ida de los dieciseisavos de final de la Copa de la UEFA celebrado en el estadio Armando Picchi. Esa es la fotografía de la única experiencia que recuerdan los más veteranos del Espanyol de un partido oficial disputado a puerta cerrada, sin espectadores.

“Fue todo muy frío y extraño”, reconoce José María Calzón, exdelegado del primer equipo blanquiazul y actual director de competición en el Espanyol”. Tras 41 años ligado al fútbol, Calzón no duda en afirmar que “la falta de ambiente en las gradas, el calor que te transmiten los aficionados, te dejan una sensación muy extraña, parece que estas viendo un entrenamiento”.

El partido AS Livorno-Espanyol de la Copa de la UEFA se disputó a puerta cerrada por una dura sanción que las autoridades italianas impusieron al club por unos incidentes que acabaron con la muerte un policía. La UEFA accedió a la petición del club blanquiazul de permitir el acceso a los seguidores pericos que tenían contratados el desplazamiento y las entradas. “Eran sobre un centenar”, recuerda ahora José María Calzón. El entonces delegado se quedó sin la excursión para conocer la Torre de Pisa porque tenía que hacer el reparto de entradas. Participaron en el aquel partido: Rufete, Moisés Hurtado y Chica; el primer es el director de fútbol profesional y los dos últimos están al frente del Juvenil B.

experiencia... positiva

El nuevo panorama creado por la crisis sanitaria del coronavirus en la reanudación de LaLiga Santander, coinciden técnicos y futbolistas, es que se pierde el factor campo, como vienen a señalar los primeros resultados que se han dado en la Bundesliga y bien sabe el Espanyol de su única experiencia. Ganó el equipo de Valverde (1-2) en Italia con goles de Pandiani y Moha y sentenció la eliminatoria en Montjuïc con los tantos de Lacruz y Coro. El conjunto blanquiazul, recordemos, se plantó en la final de la UEFA, que perdió en los penaltis ante el Sevilla.

El actual director de competición espanyolista cree que en estas circunstancias (además del aspecto físico de los futbolistas que le preocupa especialmente) será clave  tener una mentalidad muy fuerte para sobreponerse a la frialdad de las gradas. El Espanyol, no olvidemos, se juega la permanencia en la reanudación de la competición en que la jugará seis encuentros como local y los cinco restantes como visitante.