David Òrrit, la última perla del Nou Congost

Debutar en la ACB como base del Bàsquet Manresa, en la pista del Madrid, con sólo 18 años; robar el balón a Campazzo, uno de los mejores bases del momento; dejar clavado con una finta a un 2'08 como es Thompkins, y anotar a canasta pasada. Este es, probablemente, el debut soñado para muchos jugadores de baloncesto y David Òrrit lo cumplió, tras superar momentos difíciles. 

Cuando debutó en la ACB en marzo hacía cuatro meses que no jugaba por una lesión en el quinto metatarsiano del pie derecho. Cuatro días después de recibir el alta médica, Joan Peñarroya, el entrenador del BAXI Manresa, le incorporó a la rutina del primer equipo, ya que el base Corey Fisher sufría una lesión que le impedía viajar en Madrid.

Peñarroya lo terminó utilizando como base y el joven no desaprovechó la oportunidad. "Teníamos muchas bajas en la posición de base y estaba mentalizado que podía debutar, pero no las tenía todas: estaba muy bajo de forma ", afirma Òrrit. Terminó jugando 12 minutos y anotando 8 puntos.

El debut culminó con un trabajo oscuro y duro: Òrrit, de Santpedor, se lesionó jugando con el Barberà, equipo de la Liga EBA vinculado al Bàsquet Manresa. Los pronósticos apuntaban a dos meses de baja, pero en la práctica han sido cuatro. "La recuperación no ha sido nada fácil. Estaba muy bajo de ánimos. Nunca había tenido ninguna lesión y mi padre me ayudó mucho. Ha sido todo un aprendizaje". 

Hace justo un año era jugador del Junior manresano, aunque entrenaba con el primer equipo. El Martorell, entonces vinculado al Manresa, le llamó en dos ocasiones, pero su aparición en el equipo fue testimonial. En el Junior, sus números tampoco destacaban en exceso. Su futuro en el baloncesto no era demasiado claro. "Yo estaba concentrado en el bachillerato y en la Selectividad, que al fin y al cabo es lo importante", dice el mismo Òrrit.

Las lesiones de los bases titulares del Manresa hicieron que Aleix Duran le hiciera debutar en LEB Oro con el Manresa en marzo de 2018. "Si entrenarse con el primer equipo con jugadores como Jordi [Trias] ya era un sueño, imagina debutar ".

La tradición en el Nou Congost dice que cuando un joven debuta en la ACB el resto de compañeros el rapan. Y ahora, con la cabeza pelada, Òrrit ha vuelto a la rutina. "Me levanto, voy a la universidad y sigo entrenándome", al fin y al cabo "el baloncesto se acabará y lo único que me quedará serán los estudios". Sigue recuperándose de la lesión porque "aún no me estoy entrenando al 100%, el proceso es largo".