Aitor Ruibal, perseverancia para hacerse un sitio entre los grandes

Aitor Ruibal en el partido de la la Liga 123 frente al CD Lugo

Aitor Ruibal en el partido de la la Liga 123 frente al CD Lugo / CF Rayo Majadahonda

Canal Taronja Central

Gracias a la constancia, el esfuerzo y su trabajo de hormiga en Tercera y Segunda División B, Aitor Ruibal, nacido y formado en Sallent, es uno de los hombres de moda en Segunda División. Delantero fichado por el Real Betis, actualmente está cedido en el Rayo Majadahonda, equipo de Segunda, donde disputa su primera temporada en la competición. Con 23 años, es uno de los nombres que más suenan para equipos de Primera, ya que antes del 30 de junio el Betis deberá elegir si le hace ficha en el primer equipo o bien lo deja libre para que marche a cualquier otro club. De momento, sin embargo, Ruibal admite que "no quiero saber mucho, le digo a mi agente que no me explique nada. Yo quiero concentrarme con mi equipo de ahora ".

Con 11 goles en sus piernas en su estreno en Segunda, está siendo uno de los mejores delanteros de este curso. A pesar de que el equipo no está en su mejor momento, luchando por la permanencia, Ruibal ha destacado esta temporada por el acierto de cara a portería: "Personalmente estoy viviendo una muy buena temporada, pero quiero ayudar al equipo a salvar la categoría ". Unas molestias en el cuádriceps le han apartado de los terrenos de juego las últimas dos jornadas. Un pequeño contratiempo en una temporada muy regular del Sallent. Pero probablemente uno de los momentos que más recuerda Ruibal es su debut en Primera División, en el Benito Villamarín ante el Atlético de Madrid. 10 minutos de juego para demostrar muchas cosas.

En Sallent, un pueblo minero con sólo 6000 habitantes, ya han visto debutar cuatro jugadores en Primera: antes de que Ruibal, Luis González, Gabri y Rubén Navarro ya habían pisado máxima categoría. "Yo nunca hubiera marchado del Sallent. Clubes como el CdE Manresa me habían llamado muchas veces para jugar allí, pero yo quería estar en el pueblo con los amigos, sin embargo al final tienes que dar un paso adelante ".

Debutó en Primera Catalana con el Manresa siendo juvenil y en Segunda B con el Cornellà con 17 años, Aitor Ruibal tuvo que picar mucha piedra para seguir escalando en el mundo del fútbol. Los cambios a media temporada eran recurrentes, con todo lo que ello conlleva para un joven de 20 años.

En L'Hospitalet, una lesión del delantero titular le dio una oportunidad de lucir en Segunda B, y el de Sallent no la desaprovechó. Fue el toque de casualidad: estar en el lugar adecuado en el momento adecuado para poder demostrar su talento: "En diciembre de aquella temporada me fichó el Betis. Cuando me llamaron, no me lo podía creer. "

Ruibal ha reivindicado demostrando dos cosas: que con regularidad tiene un talento innegable y que el interés de equipos de Primera se lo ha ganado picando piedra y trabajando fuerte, tal como siempre se ha hecho a su pueblo.